domingo, 14 de abril de 2013

la extraña y gigantesca ave sobre Barcelona




releyendo estos días las muy recomendables y extraordinarias aventuras de Adèle Blanc-Sec, de Jacques Tardi, me viene a la cabeza un extraño suceso acaecido en la Ciudad Condal durante el verano de 1990.

el 10 de junio de 1990 los lectores del diario La Vanguardia desayunaron con una insólita carta al director:
Extraña y gigantesca ave sobre Les Corts
No puedo más que mostrar mi extrañeza ante este inusual hecho: la noche del 28 de mayo, algunos vecinos del barrio de Les Corts nos despertamos ante los insoportables «graznidos» de una ave; no una ave cualquiera; nuestro estupor fue inmenso al salir al balcón y ver una silueta negra de una ave de grandes dimensiones. Quizá debería medir entre 3 o 5 metros, y no exagero. Numerosos fueron los vecinos que lo vieron, y numerosos también los comentarios al día siguiente. Suponemos que en otros barrios, otras personas debieron verlo. ¿Qué era? Y lo que es más extraño: ¿Por qué no ha aparecido ninguna noticia en la prensa?
PERE CARBÓ
Barcelona
a esta carta pronto le siguieron otras muchas, de barceloneses que aseguraban haber visto el bicho en los más diversos lugares y circunstancias. Así, durante aquel verano el asunto se convirtió en la comidilla de la ciudad, sucediéndose las teorías más originales, mientras el ave iba creciendo en tamaño y ferocidad.

las descripciones del ave son suficiente variadas. Suelen coincidir en que es de color oscuro, gris o negro, pero el tamaño oscila entre los 3 y los 15 metros. A veces su silueta recuerda a la de una paloma monstruosa, una gallina o un avestruz, otras veces despliega unas gigantescas alas membranosas, como si se tratara de un pterodáctilo prehistórico.

y las interpretaciones no tienen desperdicio. El 14 de junio, un tal José García abre el fuego apuntando que podría tratarse de «una mutación que estuvieran experimentando las palomas de Barcelona», mutación que se estaría alimentando ¡de los gatos de la ciudad! Alentados por lo sugestivo del asunto, un número considerable de ilustres ciudadanos despliegan toda su elocuencia y erudición para tratar de hallar una explicación. Copio algunas de las aportaciones más sabrosas:
Como respuesta a la carta del señor Carbó (10-6-90), quisiera aclarar la procedencia y natura del ave en cuestión, objeto de rumores y desacertadas hipótesis. Se trata, con toda seguridad, del «Avis Cervus» o «Peritio», especie que más de un eminente zoólogo reputa como desaparecida, prima hermana del «Ave Roc» y otros ilustres pájaros mitológicos. Fue descrita ya en el siglo XVI por el rabino Aaron Ben Chaim en un opúsculo consagrado a bestias fantásticas, del que disponíamos de algún fragmento depositado en la Universidad de Munich hasta la Segunda Guerra Mundial, tras la cual desapareció misteriosamente.
Aaron Ben Chaim, basándose en la obra de un autor árabe desconocido, mencionaba un tratado sobre el «Avis Cervus», lamentablemente perdido en el incendio de la Biblioteca de Alejandría, donde se describía al curioso animal como mitad ciervo mitad ave, concluyéndose que, dada la sombra humana que proyectaban sobre la tierra, podían ser espíritus de individuos que murieron bajo el enojo de los dioses.
Con el ánimo de tranquilizar a la población, considero útil decir que tal especie es completamente inofensiva para el hombre y en modo alguno agresiva, limitándose en su triste peregrinaje hacia Madagascar —o tal vez la Atlántida— a provocar los sustos consiguientes por su terrible y pavoroso aspecto.
XAVIER TUTUSAUS
Estudioso botánico y faunista
(La Vanguardia, 15 de junio de 1990)


sencillamente genial. Con mucho menos se han escrito algunos best sellers

[..] Sin pretender levantar una voz de alarma, todas las características descritas hasta el momento apuntan hacia una mutación debida a causas radiactivas, que junto con el agujero en la capa de ozono y el efecto invernadero, han alterado los genes de alguna de nuestras queridas palomas barcelonesas, transformándola en tamaña aberración natural.
XAVIER FONT SEGURA
(La Vanguardia, 30 de junio de 1990)


pues menos mal que no pretendía levantar una voz de alarma, que si llega a proponérselo..

Una vez haya sido identificada y capturada la gran ave misteriosa que surca los cielos de Barcelona, propongo que se le acondicione como nido la escultura de Antoni Tápies, que se encuentra sobre la fundación que lleva su nombre.
JAMES C. TOWNSEND
(La Vanguardia, 10 de julio de 1990)


y si le añadimos algunas plantas tropicales y un par de cadáveres colgando de las alambradas, ya ni te cuento


En fecha reciente se ha publicado en el periódico que usted dirige una carta del señor Tutusaus en la que se buscaba una explicación científica al fenómeno ornitológico que está siendo objeto de grandes polémicas en estos días. Nosotros estaríamos orgullosos de poder asesorar jurídicamente a los afectados:
— El ave, a pesar de sus grandes dimensiones (se ha llegado a decir que mide más de 10 metros) es una «resmullius». Esto significa que al no tener dueño puede ser adquirida por simple ocupación, sin necesidad de agotar los plazos de la usucapión.
— Pero esta adquisición por ocupación, con los beneficios que ello supondría, debe ser practicada antes de que la «res nullius» alcance la altura suficiente para que sea considerada patrimonio de la humanidad. Es decir, si el ave supera el espacio aéreo español, ya no será posible individualizar su titularidad, pues se hallará en el espacio ultraterrestre que, según la resolución 1962 y 222 de las Naciones Unidas, es patrimonio de la humanidad.
— Además, una vez conseguida la ocupación, será necesario obedecer las prescripciones de la ley de protección de los animales y sobre todo, los deberes de higiene, vacunación, etcétera previstos en este texto formativo.
En cuanto a la posible responsabilidad penal del animal en cuestión por el asesinato de unos gatos, es forzoso recordar que los animales son inimputables desde el punto de vista jurídico penal.
Entonces, denunciar al animal resultaría erróneo e infructuoso ya que el juez no podría condenarlo a pena privativa de libertad alguna.
RAFAEL DOMÉNECH VIÑAS y XAVIER CLAVER ESPAX
(La Vanguardia, 15 de julio de 1990)


éstos hasta le cobran la minuta al pollo, como se descuide

Estaba un servidor tomando la fresca en el terrado de mi casa en Consell de Cent-Rocafort allá por las 11.30 de la noche cuando de repente apareció sobre el cielo un supuesto «colom». Venía del lado de Sants y, al llegar a la calle Rocafort, viró en redondo y enfiló en dirección al Tibidabo. Iba bastante alta y llevaba mucha velocidad, pero no graznaba ni chillaba. Tenía como digo la forma de una paloma o «colom» y mis apreciaciones sobre su envergadura superan lo establecido por otros que también lo han visto.
Ahora bien, tuve tiempo de analizar sus movimientos y debido a ello llegué a la conclusión de que podía ser muy bien una ave mecánica, pues seguí su evolución en un recorrido de varios cientos de metros y nunca le vi batir una sola de sus alas, siempre fue planeando. Además, en el momento de efectuar el viraje en Consell de Cent-Rocafort, encima de mi propia cabeza, pude observar que este viraje se producía a empellones, como el que realiza un coche de juguete teledirigido. Llamé a La Vanguardia y me dijeron que informara al director por carta, que es lo que ahora hago, por si pudiera ayudar a desentrañar tan oscuro fenómeno.
Yo, como digo, pienso en una ave mecánica camuflada como real aprovechando la oscuridad de la noche. Sobre posibles graznidos creo que también sería fácil producirlos mediante un micrófono. Yo no oí ninguno.
ARMANDO MONTANY BROCHAS
(La Vanguardia, 21 de julio de 1990)


una versión steampunk del suceso

[..] Por si no se ha pensado, recordar que, para «hacerse con el ave» lo mejor es alumbrarla, deslumbrarla, con la lumbre de un farol. Llega el ave, cautelosa, recelosa, se le suelta un estacazo, se la coge y... ¡a otra cosa!, que en este caso será el antedicho. Esta última idea, la de conseguir el ave, no es mía, y por ello hay que dar a cada cual lo suyo. Es sistema descrito en La venganza de don Mendo, pero puede ser de utilidad. Lógico que, en defensa de la ecología, en vez de «matar al ave» se pueda dormirla simplemente. Hoy eso es posible.
José M. FEBRER CALLIS
(La Vanguardia, 24 de julio de 1990)


para que luego digan que la literatura no es útil

Ésta no pretende ser una carta frívola más sobre la existencia del ave gigantesca, es un comunicado a todos los efectos. Somos un matrimonio joven, amante de la naturaleza y deseoso de contribuir con nuestro esfuerzo a la salvación de la poca fauna urbana que nos queda. Es por ello que nos creemos en la obligación de hacer pública nuestra alegría de haber conseguido la confianza de dicho animal, que desde el 19 de mayo del presente año alimentamos con nuestros humildes medios y con todo el cariño posible.
No somos expertos, no podemos asegurar que se trata de una paloma, de una gaviota, o de algún tipo de gallinácea. Lo que sí sabemos es que se trata de un pobre animal perdido en este caos urbano carente de todo sentido del equilibrio ecológico. Desde aquí abrimos las puertas de nuestro hogar a todos aquellos que no duden en llamarse amigos y protectores de Montse, que es el único nombre por el que atiende.
JAVIER MARTÍNEZ SIMÓN Y ROSA REDON TOMÁS
(La Vanguardia, 28 de julio de 1990)


según entiendo, tienen al pterodáctilo adoptado en casa, y le han puesto de nombre Montse

Voy a ser breve. Sugiero que se aplique el refrán: «Bicho que vuela, ¡a la cazuela!». Que luego, para comerlo, baste con cuchillo y tenedor o haya que ayudarse con un abrelatas depende de la calidad de la vianda y del hambre de los comensales. ¡Buen provecho!
SANTIAGO CADENA AREVALO
(La Vanguardia, 1 de agosto de 1990)


pues como se coman a Montse, menudo disgusto se va a llevar el matrimonio anterior

Lo que la gente dice ver en el cielo nocturno de Barcelona, al igual que también lo han visto en otras localidades, son sólo nuestras siluetas materializando nuestros más secretos deseos, irrealizables durante nuestras cotidianas jornadas de trabajo, que con forma de aves de rapiña, se columpian en los carteles luminosos, se posan en las copas de los árboles de Turó Parc, raptan al amigo de Eugeni én Les Corts o reposan en las barandillas de los balcones más altos de nuestra gran ciudad; son sólo nuestras imágenes que se mueven a su libre albedrío, y nosotros, nosotros.., no somos más que fantasmas.
JORDI MARC JOFRE
(La Vanguardia, jueves 9 agosto 1990)


pura poesía
la policía reconoció haber recibido cientos de llamadas alertando de avistamientos, al tiempo que el teléfono de atención ciudadana se colapsaba por el mismo motivo. Otros medios de comunicación, como El Periódico de Catalunya, Avui o la agencia Europa Press llegaron a hacerse eco de la existencia de tan dudoso ser, tal fue la intensidad de la rumorología. Y de repente, igual que vino se fue, el asunto se apagó al final del verano y nunca más se supo del entrañable pajarraco de Barcelona.

más información:
la extraña y gigantesca ave sobre Barcelona (el blog ausente)
el ave gigantesca de Barcelona (criptozoología en España)
l’estrany i gegantí monstre volador sobre Barcelona (el mercat de sant antoni)

ronronea: naia

16 maullidos:

Kate Walker dijo...

¿Será un pájaro?, ¿será un avión? nop, es Montse, bueno La Montse...
Impresionante documento... y no tienen desperdicio estos vecinos, y mucha, mucha imaginación...
La Kate con los ojos como arrobas @@

TORO SALVAJE dijo...

Era yo.

Shhhhhhhhhhhhhhhh

Besos.

Amapola Azzul dijo...

jajjjaa, nunca lo sabremos, besos.

Un abrazo.

Bella entrada.

Kassiopea. dijo...

Pues yo soy de Barcelona y recuerdo el asunto. En aquella época mi padre compraba La Vanguardia y leímos las cartas estas y luego las comentábamos en casa. Fue divertido, aunque nunca conseguí ver a la Montse.

kelmostarin dijo...

:)

¿Qué sería? Lo que parece claro es que en aquel verano, en Barcelona, había mucha gente con poco que hacer y mucha sorna.

Y sin embargo... me pregunto ¿qué sería? La noticia tiene un aire Juliovernesco, muy adecuado para traerte a la memoria las aventuras de Adele... ;)

Lucía_lamiradadeluci dijo...

Uys, qué cosa más curiosa...pero qué miedito, ¿no? A mí desde luego no me gustaría haberla visto.
Un besote de Lamiradadeluci

DRACO dijo...

de mis travesías por la américa hispana, este pirata adquirió por medio de las malas artes, un huevo que creyó que era de avestruz (aunque os confieso que aquello me resultaba extraño porque las avestruces son de australia)y se lo regalé a mi amiga katty que vive en barcelona y que es etóloga.
y resulta pues, que ella, gracias a sus profundos conocimientos logró que aquel huevo eclosione y esperó a que aquella ave tome forma de avestruz, pero como creció tanto tuvo que dejarla en libertad debido no sólo a su gran tamaño sino porque se alimentaba de animales muertos.

este fue el intercambio de e-mails que llegamos a tener:

Katty: oye draco, tu avechucha no tiene nada de avestruz.

draco: ¿mi qué? no recuerdo el asunto, ¿de qué me hablas?

katty: del huevo que me dejaste, que no es de avestruz. es un gran pájaro negro que se alimenta de cadáveres. tiene algo así como un collar blanco en el cuello. y sus alas extendidas miden tres metros de extremo a extremo. ¿de dónde es ese huevo?

draco: lo adquirí en la américa hispana.

katty: ¡sí serás! ya decía yo. ése no es ningún avestruz es un cóndor real.

draco: ¡y yo qué sé! lo más cerca de un ave que he estado es el loro de mi barco.

katty: la próxima vez regálame un canario.

fin de la historia.

besos.

Pepe Cahiers dijo...

Sería lo que se ha llamado en el mundo informativo como "una serpiente de verano", síndrome de la ausencia de noticias en esa época del año. Claro que en este caso sería "un pájaro de verano".

Chelo dijo...

No tenía ni idea de ese suceso.
Me parece que la gente se aburre mucho y se inventa cosas o no?
Un abrazo

UTLA dijo...

Hola maslama,

Pues yo que soy de la ciudad condal me has dejado con un mal cuerpo que ni te digo... ;->

¿ En 1990 ? Pues no recuerdo nada de eso, aunque era pequeñico ta tendria edad...le preguntare a mis padres a ver si se acuerdan.

Que bueno, tantas opiniones y algunas entre ellas contradictorias.

¿ Sabes maslama ? En verdad, yo soy el nieto de "Montse"... mitad humano, mitad pájaro demoníaco.... ja ja ja ja

Curiosa entrada, y muy interesante, como la mayoría de los sucesos e historias que nos parotas.

Muchas gracias Maslama.

Un abrazo y un ronroneo.

Nosu dijo...

pues no tenía ni idea de la historia y mucho menos vi a Montse (ya tiene coña lo del nombre).
Lo más probable sería que se escapó algún buitre del zoo.

miquel zueras dijo...

Recuerdo muy bien aquel aluvión de cartas al director en La Vanguardia. Fue como una histeria colectiva. El tamaño del ave crecía con el paso del tiempo ¡Llegaron a afirmar que medía diez metros de largo! Tomó carta (nunca mejor dicho) en el asunto el ornitólogo del zoo de Barcelona que dijo: "La mayor ave que vuela es el condor de los Andes que como máximo puede llegar a los tres metros y medio. Un pájaro tan grande, al batir sus alas, haría saltar los cristales de los edificios por donde pasara". Como Rodan, aquella ave prehistórica de las pelis japonesas.
Besos y maullidos. Borgo.

Mr. Aris dijo...

je je muy bueno. si quieres ver una foto del pajarraco, mira una entrada de mi blog
http://elmercatdesantantoni.blogspot.com.es/2011/09/lestrany-i-geganti-monstre-volador.html
esta en catalán pero se puede traducir con el google. Como decía loquillo, los gatos de mi calle...

naia dijo...

Kate, para mi, algunas de estas cartas rozan la genialidad. ¡Qué inventiva, y qué sentido del humor más retorcido!

Torito, cuenta, cuenta.. ¿te salieron alas, agitabas los brazos, ibas montado en algún tipo de aparato volador?

Amapola, ¿y quién quiere saberlo? esta historia me parece mucho más divertida así, envuelta en el misterio y la especulación

Kassiopea, un recuerdo entrañable e interesante, gracias por compartirlo. Por aquí el único bicho anómalo que puedo recordar son las carpas mutantes del Retiro, que aparentemente sólo tienen la particularidad de comerte enterita si tienes la desgracia de caer en el estanque

Chuan, en su momento hubo algunas teorías menos fantasiosas (y menos atractivas), se habló de un buitre, quizá un albatros.. también se habló de un fenómeno de sugestión colectiva, que habría desencadenado la malintencionada carta del señor Carbó

Lucía, ¿quién sabe? a lo mejor en realidad tenía un aspecto dulce, y un carácter encantador (aunque con su costumbre de comer gatos, me permito dudarlo)

naia dijo...

Draco, pirata sinvergüenza, ¡mira la que montaste por un asunto de faldas! la próxima vez regálale un canario hombre, que también son muy monos (y sobre todo no comen gatos)

Pepe, precisamente uno de los aspectos más curiosos del asunto es que los medios informativos tardaron bastante en hacerse eco del rumor, y cuando por fin se decidieron a abordarlo fue de manera tímida e imprecisa. Durante mucho tiempo la historia circuló tan solo de boca en boca por toda la ciudad, alimentada por las cartas al director

Chelo, ¡bendito aburrimiento, si de él nacen historias tan elaboradas y divertidas!

SBP, no te lleves mal cuerpo hombre, mientras no te de por adoptarlo y ponerle nombre, tan solo se trata de un pterodáctilo revoloteando por los tejados de tu ciudad. Cosas peores se han visto.. (creo)

Nosu, personalmente hubiese escogido un nombre más artístico, del estilo de Florinda o así, y hubiera cobrado por exhibir al bicho. Tienen poco espíritu emprendedor estos ecologistas..

Miquel, también se dijo que un bicho de tales dimensiones sería incapaz de levantar el vuelo (Aristófenes lo ha explicado muy bien en su artículo: http://elmercatdesantantoni.blogspot.com.es/2011/09/lestrany-i-geganti-monstre-volador.html) . Igual ni siquiera volaba, igual iba saltando de tejado en tejado :)

Aristófenes, ¡mil gracias por la aportación! no sabía que existiera una foto del pajarraco, añado tu artículo al cuerpo del post

Ingrid dijo...

Hola! Os escribo desde Barcelona.
La verdad es que he llegado hasta aquí en mi búsqueda de una explicación sobre lo que ví la noche del pasado domingo. Serian las 22:30 y la temperatura era agradable. Salí a la terraza a tomar un poco el aire. En el cielo había bastantes estrellas y alguna nube blanquecina. Estaba contemplando el “espectáculo” cuando percibí una sombra grisácea que atravesaba el cielo en dirección al mar y a buena velocidad. Primero pensé que era una nube, pero lo descarté de inmediato porque no hacia nada de viento. Tampoco era un avión pues no llevaba luces ni hacia ruido. Una bolsa de plástico, tampoco: nada de viento.
El caso es que tenia forma de ave y os aseguro que era grande, pero grande! Y, más que volar, parecía que planease. Incluso pensé que podía ser un parapente, resistiéndome a la inquietante idea estar viendo un pájaro gigante.
Todo pasó en unos pocos segundos y, aunque vi algo, no sé que es lo que vi.