lunes, 7 de mayo de 2012

Stefan Rudolf Weigl (1883-1957)



este señor fue un médico especializado en parasitología, que ha pasado a la historia como inventor de la vacuna del tifus. Ya he comentado en este artículo que el tifus era una enfermedad especialmente temida por los ejércitos nazis. Después de invadir la ciudad de Lviv, donde estaba ubicado el Instituto Weigl, las autoridades nazis le ordenaron establecer una planta de producción de la vacuna en su Instituto.

El método de producción de la vacuna fue un alarde de ingenio. El tifus se transmite por un género de bacteria llamada rickettsia, que se propaga en los intestinos de los piojos. Los humanos se contagian a través de las heces que los piojos depositan en su piel. Como en aquella época todavía no se sabía como cultivar artificialmente el agente infeccioso responsable de la enfermedad, Weigl decidió experimentar utilizando como base los propios piojos. Para ello el primer paso era infectar sus intestinos con el tifus, cuestión nada fácil pues la solución obvia, hacerles picar a un enfermo de tifus, resultaba poco práctico, peligroso e irreproducible (no olvidemos que hablamos de una enfermedad mortal). Weigl lo logró introduciendo la bacteria por el ano de los piojos ¡a mano! mediante agujas de jeringuilla tan finas como un capilar.

Una vez sorteado este obstáculo, Weigl empezó a cultivar la bacteria en «granjas de piojos». Cruzando especies de piojos caucásicas y africanas, obtuvo una nueva especie fácil de alimentar que bautizó como Pediculus vestimenta. Después diseñó un sistema para almacenarlos, unas minúsculas cajitas de madera con un agujero por donde los insectos asomaban la cabeza (más fina que el abdomen). Las cajas se fijaban mediante correas a pantorrillas ―si eran hombres― o muslos ―si eran mujeres― de «alimentadores humanos» 45 minutos al día, tal como se ve en esta foto.


Las heces, al quedar dentro de la caja, no entraban en contacto con la piel humana, y además Weigl desinfectaba las picaduras con alcohol y cloruro de mercurio. A pesar de todas las precauciones, al parecer hubo un cierto índice de contagio entre los «alimentadores», y el propio Weigl resultó infectado en una ocasión.

Cuando los piojos estaban repletos de rickettsias, se diseccionaba su intestino y se mezclaba con una solución de fenol. Tras filtrar los residuos sólidos en un giroscopio, se volvía a suspender el resultado en fenol y voilà! ya estaba lista la vacuna, que salvó miles de vidas. Además, Weigl exigió a los nazis, a cambio de su colaboración, la potestad de escoger el mismo a los «alimentadores», profesores, artistas e intelectuales judíos, que obtuvieron así una cierta protección frente a las persecuciones nazis. También envió a escondidas vacunas del tifus al ghetto de Varsovia y a otros ghettos judíos en grandes ciudades, donde el tifus había alcanzado proporciones de epidemia. Dicen que, en el ghetto, Weigl era tan famoso como Hitler, aunque por razones bien diferentes. Por estos motivos en 2003 Yad Vashem de Israel le concedió de forma póstuma el título de Justo entre las Naciones, aunque nunca llegaría a recibir el Nobel.

visto en:
piojos, el arma de Weigl contra los nazis (maikelnai’s blog)
piojos, rusos, alemanes y Justos (historias de la ciencia)
se busca alimentador de piojos (taringa.net)

post relacionado: tifus vs nazis

ronronea: claudia

8 maullidos:

A-B-C dijo...

¡Parece una película de terror! ¡real! La imagen de la pantorrilla me ha dado más escaofríos que la niña del exorcista. Y pensar que tuve toda una colonia de piojos en enero ¡arghhh!!. Lo que más me ha gustado es el final apoteósico y muy ingenioso.
Vidas así merecen divulgaciones como esta que haces aquí.

Anónimo dijo...

Jooooooder!!!!

Scarlet2807 dijo...

Aggggggggggggg, no hay bichos más asquerosos que los piojos, después de leerte me pica todo!!!!!
jajajajajjaja
Besitos en el alma
Scarlet2807

Anónimo dijo...

"...Weigl lo logró introduciendo la bacteria por el ano de los piojos ¡a mano! mediante agujas de jeringuilla tan finas como un capilar..."

Decididamente, hay que ser muy apañado para semejante trabajo...

Curiosa publicación :D

claudia dijo...

A-B-C, una película de terror fue lo que hicieron los nazis.. lo de este hombre me parece más bien un alarde de habilidad, imaginación y valentía

Alson, no me quedó claro si te gustó o no, espero que sí..

Scarlet, el comer y el rascar todo es empezar :)

desdevaladilene, como dicen en esta vida la experiencia lo es todo.. unos cuantos piojos y algunas jeringuillas, y ya verás como en menos de un mes se te da de miedo

DRACO dijo...

ingeniosidad, dedicación, paciencia y valentía tuvo este investigador médico para alcanzar sus ideales y sobrevivir en una época tan dura. saludos.

Gyzzma dijo...

Se me han saltado hasta las lágrimas. Ya veo peliculón protagonizado por Edward Norton xDD
No, hablando en serio, no tenía ni puñetera idea. Preciosa historia compañera, gracias por compartirla :)
Gyzz

claudia dijo...

Draco, impresionante ¿verdad? como algunas personas son capaces de sobreponerse a las circunstancias y seguir luchando, incluso en las condiciones más adversas

Gyzz, el cine y la historia no se suelen llevar bien.. ya estoy imaginando un doctorcito moderadamente musculado, experimentando con preciosos conejitos (a los que por supuesto cuida y ama, y nunca haría ningún daño) y salvando a un par de estupendas señoras